Gandhi nació el 2 de
octubre de 1869 en Porbandar,
una ciudad costera del pequeño estado principesco de Kathiawar, actualmente en
el estado de Guyarat (India). Su familia era de la casta vaisia(comerciante).
Fue el hijo de Karamchand Gandhi, el diwan (primer ministro) de
Porbandar. Su madre, Putlibai, la cuarta esposa de su padre, tuvo una gran
influencia en su niñez, cuando Gandhi aprendió a muy temprana edad a no hacer
daño a ningún ser viviente, a ser vegetariano, a ayunar para purificarse, y a
ser tolerante con otros credos religiosos. Fue el menor de tres hermanos,
Laksmidas y Karsandas (hombres) y una hermana de nombre Raliatbehn.3
Aunque
fue el artífice de la independencia de la India (1947), Mahatma Gandhi
raramente es evocado por ese logro. En primer lugar, porque lo más inspirador
de su figura no reside tanto en aquel fin como en los medios, es decir, en sus
casi tres décadas de perseverancia en un activismo pacífico fundado en la no
violencia y en la fuerza de las convicciones. Y en segundo lugar, porque sus
metas siempre fueron mucho más amplias, y abarcaron la abolición de las castas,
la justicia social, la transformación de las estructuras económicas y la
concordia entre religiones, designios que convergían en el ideal de una
profunda renovación ética y espiritual del ser humano.
Hombre de austeridad inflexible y absoluta modestia, que se quejaba del
título de Mahatma ('Gran Alma') que le había dado contra su voluntad el poeta
Rabindranath Tagore, Mahatma Gandhi se cuenta entre los grandes personajes que,
con su pensamiento y su acción, cuestionaron y llegaron a alterar el establishment político e ideológico del mundo en el
siglo XX y se erigieron en referente de todo tipo de movilizaciones contra la
injusticia. En un país en que la política era sinónimo de corrupción, Gandhi
introdujo la ética en la vida pública a través de la palabra y el ejemplo.
Vivió en una pobreza sin paliativos, jamás concedió prebendas a sus familiares
y rechazó siempre el poder político, antes y después de la liberación de la
India. Tal idiosincrasia ha convertido al apóstol de la no violencia en un caso
único entre los revolucionarios de todos los tiempos, y en el más admirado
(cuando no venerado) de los líderes espirituales modernos.
Fuente. www.biografiasyvidas.com
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