“Cristo era solo
chaitanya y encarnó en un cuerpo de chaitanya. Todo su cuerpo era chaitanya. Y
resucitó para mostrar al mundo que vosotros también podéis resucitar, si podéis
llenar vuestro cuerpo de chaitanya. Hay una lucha entre la materia y el
Espíritu. Según vemos, en la vida humana, la materia siempre intenta dominar y
sustituir al Espíritu”. Shri Mataji
Nirmala Devi
Jesucristo, es el personaje
mas representativo de la espiritualidad en occidente, dedico su vida a trabajar
por la emancipación de los seres humanos, llevando un mensaje de sabiduría y
amor que aun en los tiempos modernos sigue vigente. Para la mayoría de las
denominaciones cristianas, es el Hijo de Dios y, por extensión, la encarnación
de Dios mismo. Su importancia estriba asimismo en la creencia de que, con su
muerte y posterior resurrección, redimió al género humano. El judaísmo niega su
divinidad, que es incompatible con su concepción de Dios. En el islam, donde se
lo conoce como Isa, es considerado uno de los profetas más importantes.
La
vida de Jesús está narrada en los Evangelios redactados por algunos de los
primeros cristianos. Establecidos en Nazaret, sus padres, José y María, se
encontraban accidentalmente en Belén para inscribirse en un censo de población
cuando nació Jesús. El relato evangélico rodea el nacimiento de Jesús de una
serie de prodigios que forman parte de la fe cristiana, como la genealogía que
le hace descender del rey David, la virginidad de María, la anunciación del
acontecimiento por un ángel y la adoración del recién nacido por los pastores y
por unos astrónomos de Oriente.
Su
enseñanza sencilla y poética, salpicada de parábolas y anunciando un futuro de
salvación para los humildes, halló un cierto eco entre los pobres. Su
popularidad se acrecentó cuando corrieron noticias sobre los milagros que le
atribuían sus seguidores, considerados como prueba de los poderes
sobrenaturales de Jesucristo. Esta popularidad, unida a sus acusaciones
directas contra la hipocresía moral de los fariseos, acabaron por preocupar a
los sacerdotes y autoridades judías.
Jesús fue denunciado ante el
gobernador romano, Poncio Pilatos, por haberse proclamado públicamente Mesías y
rey de los judíos; si lo primero era cierto, y reflejaba un conflicto de la
nueva fe con las estructuras religiosas tradicionales del judaísmo, lo segundo
ignoraba el hecho de que la proclamación de Jesús como rey era metafórica:
aludía únicamente al «reino de Dios» y no ponía en cuestión los poderes
políticos constituidos.
Consciente de que se acercaba su
final, unos días antes de Pascua se dirigió a Jerusalén, donde a su entrada fue
aclamado por la multitud, y expulsó a los mercaderes del Templo. Jesús celebró
una última cena para despedirse de sus discípulos; luego fue apresado mientras
rezaba en el Monte de los Olivos, al parecer debido a la traición de uno de
ellos, llamado Judas, que indicó a
los sacerdotes del Sanedrín el lugar idóneo para capturarle.
Comenzaba
así la Pasión de Cristo, que le llevaría a la muerte
tras sufrir múltiples penalidades; con ella daba a sus discípulos un ejemplo de
sacrificio en defensa de su fe, que éstos asimilarían exponiéndose al martirio
durante la época de persecuciones que siguió. Jesús fue torturado por Pilatos,
quien, sin embargo, prefirió dejar la suerte del reo en manos de las
autoridades religiosas locales; éstas decidieron condenarle a la muerte por
crucifixión. La cruz, instrumento de suplicio usual en la época, se convirtió
después en símbolo básico de la religión cristiana.
Los
Evangelios cuentan que Jesucristo resucitó a los tres días de su muerte y se
apareció diversas veces a sus discípulos, encomendándoles la difusión de la fe;
cuarenta días después, según los Hechos de los Apóstoles, ascendió a los cielos.
Fuentes:
·
www.wiipedia.com
·
www.BiografíasyVidas.com